lunes, 1 de octubre de 2007

Aura es una mujer

Aura es una mujer maravillosa, y no me canso de decírselo. Y ella no me escucha.

Le digo lo única que es. Pero desde hace unas semanas no levanta cabeza. Un cabronazo le rompió el corazón y le destrozo toda la autoestima. Las risas y sonrisas que regalaba han desaparecido. Su ropa se ha teñido de negro y casi no sale a la calle.

No fue culpa tuya. Yo se lo digo, se lo digo a todas horas. Sal, habla con la gente, te volverás loca aquí sola, el mundo no es tan hijo de puta como piensas.

Me duele verla así, no se lo merece. Así que aunque me mande a callar yo insisto, se lo digo casi a todas horas y no me hace caso.

Estoy harta de no hacerme caso.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Hacía frio aquella mañana...

Hacía frió aquella mañana, como todas las mañanas desde hacía diez años. Siempre era lo primero que notaba. El frío.

Las sabanas conservaban un poco de calor pero no era suficiente, el frió le perseguía. Sus pies se rebelaron al tocar el suelo, regañando. Inquieto, buscó sus gafas y las encontró donde siempre, en la mesilla. Y al ponérsela las formas del mundo empezaron a cobrar sentido.

Su habitación estaba casi desdibujada, el gris de la mañana entraba por la ventana y la ropa estaba arrebujada en el suelo. Su imagen en el espejo era una parodia de lo que fue cuando estuvo en la cima del mundo. Hacía diez años.

Su cepillo de dientes, solitario en el vaso, hizo bastante bien su trabajo. Su ropa cenicienta lo cubrió, quería que lo escondiese. Y para eso servía. Ropa anodina, cara anodina, la gente no lo recordaba, lo miraba una sola vez y ya sabia como pensaba, como actuaba y que esperar de él. ¿Por que recordar a un hombre gris?

Una vez en el metro miro a las vías del tren y pensó en saltar, jugaba con esa idea desde hacia cuatro años cuando se dio cuenta que ya no podría cambiar nada. El metro llego y se movió rápido, reptando por túneles oscuros. Allí sentado, sin mirar nada y acompañado de gente que notaba frió desde hacia diez años, treinta, dos meses o solo unos días. Odiaba esta ciudad. Seis millones de desconocidos desconocedores.

Caminando hacia el trabajo noto el frío, y quizás el frío lo notó a él. Cayo como una roca al suelo y de allí no volvió a moverse. Hacía diez años desde que consiguió hacer realidad los sueños de su padre y de su amigo. Hacia diez años desde que dejo lo que más quería por conseguir lo que otros deseaban. Los médicos le pusieron la mortaja, el cura leyó sus párrafos y él se dedico a quedarse quieto, como siempre hacía.

Desde ese día y en aquel rincón del cementerio siempre hace frió, mucho mucho frió.

domingo, 9 de septiembre de 2007

recomenzando

Visto que mis propositos con esta pagina no funcionarón. Vamos a empezar de nuevo, y como funciono mejor cuando la gente me golpea para que lo haga (gracias amigos :_ | ) he pènsado agregarme a la iniciativa de otra pagina que púlula por ahi...

la pagina se llama el cuentacuentos y proponen una frase semanal que te debe hacer escribir una historia. Con la frase como pie a u imaginación.

La lista de todas las frases esta en el foro. Estaba pensando hacerlas todas. Poco a poco, las ganas de escribir son muchas, los actos pocos. asi que dejemonos de proyectos y pongamonos manos a la obra.